Por Carmen Lucia Mendoza Cuello
En el año 1993 el periodista Juan Rincón Vanegas nunca pensó que la invitación que le hiciera Lolita Acosta Maestre, jefe de prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata para colaborarle en la oficina con el visto bueno de Consuelo Araujonoguera, lo iba a llevar al puesto que ocupa hace 15 años.
Recordar ese episodio que marcó su vida para siempre lo resume de la siguiente manera. “Dios todo lo hace bien. Como trabajaba en El Diario Vallenato cuya directora era Lolita Acosta, ella me invitaba a apoyarla en la oficina de prensa que estaba ubicada debajo de la tarima ‘Francisco El Hombre’ de la plaza Alfonso López, y también a escribir cada año en la revista institucional del Festival Vallenato”.
Siguió contando. “A Lolita siempre le agradecí y también a Consuelo Araujonoguera, quien me recibió con todo el cariño del mundo valorando mi compromiso con el folclor. Además, para mí era un alto honor estar aprendiendo de ‘La Cacica’ constantemente. También tener muy cerca a los concursantes, los juglares, los artistas y todo lo que giraba alrededor del Festival Vallenato”.
Exactamente el seis de abril de 2006, hace 15 años, cuando Juan Rincón Vanegas era periodista de El Pilón, el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata Rodolfo Molina Araújo, lo llamó para plantearle que asumiera la jefatura de prensa ante la salida de Lolita Acosta.
Aceptó. Ahora, al pedirle su opinión sobre que destaca del trabajo festivalero, señaló. “Esta es una tarea de todos, que enfocamos hacía un mismo lado. La labor de la Fundación Festival es la más eficiente porque a pesar de los obstáculos que le han puesto en el camino, continúa sacando adelante el evento más importante de Colombia; de igual manera, tiene la Escuela Rafael Escalona donde más de 250 alumnos en estado de vulnerabilidad se gradúan anualmente en el aprendizaje del acordeón, la caja, la guacharaca, el canto y la piqueria. Este proyecto de formación musical vallenata es modelo a nivel nacional avalado por el Ministerio de Cultura. En fin, es un trabajo de nunca acabar, pero bien hecho al conservar y promover el vallenato raizal”.
También se le indagó sobre qué aprendió de ‘La Cacica’ Consuelo Araujonoguera, a quien le ha escrito más de 40 crónicas y es considerado su biógrafo. “Consuelo Araujonoguera sigue siendo un referente en el periodismo, la cultura y la música vallenata. De ella aprendí la responsabilidad, la entrega y a no dejarme vencer de nada porque Dios es el dador de todo”.
Además, citó la frase que ella le regaló y que ha sido el mejor estímulo para nunca decaer, sino avanzar a paso firme. “Los que triunfan son personas ordinarias con una determinación extraordinaria”.
Detalles de Juancho
En su querida tierra Chimichagua, Cesar, le dicen Juancho por cariño, y queriendo conocer más del veterano periodista se le preguntó sobre su acordeonero preferido, su cantante y la canción que más le gusta.
“No es tan fácil porque cada uno en su tiempo, pero me quedo con el acordeonero Emiliano Zuleta Díaz, el cantante Jorge Oñate y la canción ’Recordando mi niñez’ de mi paisano Camilo Namén Rapalino, a propósito ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 1972”.
De esta manera a Juan Rincón se exalta por su trabajo, pero también por contar con frecuencia historias muchas veces inéditas y con estilo propio. Aprovechando el instante se le preguntó sobre cuando sacará un libro de esa infinidad de historias llevadas a crónicas. Entonces sorprende.
“Ya tendrán noticias de eso. Tengo varios libros cuyos títulos son: Consuelo Araujonoguera, Irrepetible; ‘Como Diomedes no hay otro’, sacado de un uno de sus célebres versos e ‘Historias de vida, amor y folclor’. Claro, que comencé a escribir el de Jorge Oñate que se llamará ‘El Jilguero’ no deja de cantar’.
De igual manera expresó que el agradecimiento especial era para los medios de comunicación esenciales en la difusión de la información festivalera, para la gran familia de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata encabezada por Rodolfo Molina Araújo, y el trabajo vital del equipo de prensa.
Enseguida mostró en su celular un retrato que le hizo Jaime Molina Torres, el hijo de aquel famoso pintor del mismo nombre que el maestro Rafael Escalona le hizo una canción. “Vea como son las cosas, Jaime Molina me regaló el retrato”, dijo sonriendo.