Por Juan Rincón Vanegas – @juanrinconv
El primer día del pasado mes de mayo fue de gran alegría para el departamento de Boyacá, exactamente teniendo como epicentro al municipio de Paz del Río, porque un acordeonero oriundo de esa linda región colombiana los puso en el más alto pedestal. Fue un triunfo diferente en esa tierra acostumbrada a que los ciclistas pongan su bandera en lo más alto de las cumbres del mundo, ahora un acordeonero del folclor vallenato hacía historia a través de paseos, merengues, sones y puyas.
De esa manera, Julián Ricardo Mojica Galvis trazaba su propio sendero de victoria, y como ganador fue recibido en su terruño con todos los honores, pero le faltaba el premio mayor, ese que no esperaba y que lo catapulta en la historia folclórica de Boyacá.
“No esperaba que me hicieran un monumento y lo pusieran en mi tierra Paz del Río. Ha sido algo grandioso, y desde hoy en adelante cada nota de mi acordeón llevará el sello de Boyacá”, comenzó diciendo el actual Rey Vallenato Profesional.
Ese sonoro triunfo en la Capital Mundial del Vallenato Julián lo venía buscando desde hace varios años, y en la última ocasión en la que había participado quedó en el segundo puesto. “Lograr el triunfo estaba cerca, pero me tocó esperar porque llegó la versión Rey de Reyes, donde se presentan los que han ganado en ocasiones anteriores. Eso me sirvió para ensayar durante un año más”, dice Julián Mojica.
Hazaña musical
Su anhelado sueño se cumplió, teniendo como antecedente que Pablo, su señor padre, le enseñó el amor por el vallenato a través de los notas de los acordeones. Además, siguiendo el ejemplo de su tío Jorge ‘Chapete’ Mojica, quien concursó en la categoría de acordeón aficionado en el Festival de la Leyenda Vallenata en los años 1971, 1973 y 1981.
Al unir esos recuerdos, el actual Rey Vallenato Profesional anota: “Jorge, mi tío, ocupó el segundo puesto en acordeón aficionado en el festival del año 81. Esa es la mayor influencia, unida a la de mi papá que siempre ha vivido enamorado de la música vallenata. De esa manera, cuando empecé había mucha música en mi casa, y eso me llevó a ser un profesional en representación de mi familia”.
Entonces, Julián hace un paseo por su historia que ha sido llena de esfuerzos, pero nunca ha claudicado ante las adversidades, sino que los triunfos han servido para escalar posiciones y ubicarse en el primer lugar del folclor.
“Nada ha sido fácil, pero con confianza, fe y amor al he sumado satisfacciones como la lograda este año en Valledupar, y al lado del cantante Enaldo Barrera ‘Diomedito’, con quien voy a entregar una producción musical de clásicos vallenatos en tono menor”.
Enseguida, el Rey Vallenato se remite a la noche del sonoro triunfo, y recuerda esas escenas cuando interpretó en la tarima ‘Colacho’ Mendoza, del Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, el merengue ‘Carmen Bracho’ (Lorenzo Morales); el paseo ‘La visita’ (Julio De la Ossa); la puya ‘La destreza’ (Aldair Velásquez) y el son ‘El vallenato’ (Julio Oñate Martínez), teniendo el acompañamiento del cajero Aníbal Alfaro Simanca y del guacharaquero Aldair Velásquez Arias.
Al terminar de recordar ese episodio, relata: “Ser coronado Rey Vallenato significa un nuevo comienzo en mi vida. Lograr esa corona es cumplir el sueño que tenía siendo muy niño. Me inicié en este arte tocando acordeón desde los siete años, por el cual me preparé, por el cual luché, por el cual sufrí, por el cual me esmeré. Alcanzar esta meta es una de las bendiciones más grandes que Dios ha puesto en mi vida. La felicidad es mi compañera permanente desde esa noche”.
No paró de hablar de su hazaña musical que lo hizo ganar muchos honores, reconocimientos y hasta un monumento en su tierra. “Gané un Festival Vallenato excelente. Me lo han manifestado muchas personas, que tuve el gusto de ganar el mejor festival de toda la historia, por todo lo que significó, y especialmente, en homenaje a un personaje mundial como lo es Carlos Vives. El reconocimiento para la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata que hace este bello y magnifico certamen”.
Monumento para el Rey
El encargado de elaborar el monumento fue el artista plástico Neíl Avella González, quien desde su taller en Duitama, Boyacá, puso en marcha esa tarea encomendada por el gobernador de Boyacá y la alcaldesa de Paz del Río.
“Lo hice en un mes, tiempo récord, con tres personas más que trabajamos día y noche. El material es resina poliéster, tiene un peso de 50 kilos y está en escala natural”, dijo el escultor de la obra.
De inmediato, entregó mayores detalles: “Comenzamos a trabajar y convocamos a Julián Mojica en dos ocasiones para que viera su obra y emitiera su concepto. Él, se emocionó mucho viendo su figura, pero su novia, Jeimmy Ayala Martínez, hacía sugerencias sobre la boca, la nariz y la cara, asunto que atendimos para lograr la perfección”.
El monumento fue ubicado en el parque principal ‘Jorge Eliécer Gaitán’, en ese municipio de tradición minera ubicado en la provincia de Valderrama y que cuenta con cinco mil habitantes. A los nacidos en Paz del Rio se les conoce como ‘Parricenses’.
La obra se logró gracias a los aportes entregados por el gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya y la alcaldesa de Paz del Río, María Elena Ortiz Nova, quienes destacaron el logro de un hijo del departamento quien a base de acordeón los puso de fiesta y como ejemplo para todos.
“Es el primer Rey Vallenato Profesional de nuestra tierra, y ese es un gran acontecimiento que hay que destacar. No podía pasar desapercibido. Con ese monumento queda constancia que un hijo de Paz del Río figura en el álbum del mundo vallenato”, dijo la alcaldesa María Elena Ortiz.
Las gracias del Rey Vallenato
Ante tantos honores recibidos, el Rey Vallenato se remitió a darles los agradecimientos al gobernador de Boyacá y a la alcaldesa de Paz del Río por ese regio monumento, y también a los que han contribuido con sus triunfos. “Gracias a todos, prometo ser fiel al legado recibido y que la música vallenata siga triunfante a través de las notas de mi acordeón”.