Valledupar, noviembre 20 de 2015 – Boletín No. 075
Con esta frase un paisano de Calixto Antonio Ochoa Campo, dio a conocer el momento que se vivía en ese pueblo donde la música sonaba por todas partes y solamente en la legendaria iglesia estaban pidiendo por su eterno descanso y diciendo palabras de exaltación al hombre que nunca se cansó de dar alegrías cantadas al pueblo colombiano.
Valencia de Jesús despidió como lo merecía el hijo de Cesar Salomón y María Jesús y el hombre que dibujó su propia historia en la canción ‘La escuela del poder’.
Desde la hora de la muerte de Calixto Ochoa hasta cuando fue sepultado en Valencia de Jesús trascurrieron más de 55 horas donde se pudo notar en Sincelejo y los pueblos que recorrió hasta llegar a Valledupar la más grande solidaridad, el agradecimiento eterno y tantas lágrimas que enmarcaban sus famosos sabanales donde los lirios rojos estaban marchitos.
El vicepresidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Efraín Quintero Molina al tomar la palabra en el acto de despedida manifestó que “Su universo creativo fue maravilloso permitió que su bondad, su humildad llegara a tocar los resortes del alma provinciana, la de los oprimidos, los olvidados por el estado, los humillados por el materialismo, los que sufren pero producen verdaderas odas de amor en sus momentos de angustia. Calixto demostró como Rey Vallenato su talento, combinó sus vivencias sabaneras, pero nunca olvidó la nota musical de su ancestro valenciano. Un verdadero juglar, un genio que cosechara triunfos para ponerlos al servicio de la causa de la gente humilde”.
Seguidamente añadió. “Calixto, cumpliste la tarea y sea esta la oportunidad para que esa cartilla que nos dejas sirva para proteger y conservar nuestra maltratada expresión folclórica. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata está en pie de lucha por defender nuestra autenticidad.
Mil gracias por lo que hiciste, que hermosa lección de humildad, de sapiencia nos dejaste en el corazón de todos nosotros. Adiós, Calixto”.
Por su parte Rolando Ochoa al tomar la palabra agradeció el acompañamiento y solidaridad en estas horas tristes. De igual manera pidió aplausos para su papá, el hombre que tuvo la mayor riqueza en su corazón y en sus canciones.
“Sus enseñanzas de siempre las seguiré sacando adelante y llevando su música por todas partes. Mi papá era un hombre bueno, y como decía Diomedes, los hombres buenos del cielo nos miran todas los días”, expresó Rolando Ochoa.
Después interpretó la canción que identifica a su padre de pies a cabeza: ‘La escuela del poder’. También un nieto de Calixto interpretó la canción ‘La plata’.
Al finalizar la ceremonia su féretro fue acompañado por una multitud al campo santo, pero hizo una parada obligada en la casa de sus padres donde vivió muchos años. Allí había un pendón que decía: “Calixto Ochoa, siempre lo recordaremos. Fue, es y será siempre nuestro orgullo”.
En el recorrido se iban entonando a capela canciones de su autoría como ‘Los sabanales’ y ‘Lirio rojo’. Fue un concierto de lágrimas y dolor para el hombre que supo en vida que su obra era inmortal y él, todo un GENIO.
ACUERDO No. 007
Del miércoles 18 de noviembre de 2015
POR LA CUAL SE EXALTA LA MEMORIA DEL EXCELSO REY VALLENATO CALIXTO ANTONIO OCHOA CAMPO
El Presidente Ejecutivo y la Junta Directiva de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, respondiendo a sus deberes estatutarios y,
CONSIDERANDO
Que el Tercer Rey Vallenato, año 1970, CALIXTO ANTONIO OCHOA CAMPO, escribió una historia que tuvo alta resonancia partiendo desde su natal Valencia de Jesús, corregimiento de Valledupar, departamento del Cesar, hasta alojarse en el corazón de todos los que han sido testigos de esta importante gesta que hoy es gloria y honra para la auténtica música vallenata.
Que por el invaluable aporte hecho por este destacado gestor de la cultura musical vallenata, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, resalta su amor y entrega Al folclor que lo acompañó siempre y la cual defendió hasta sus últimos días.
Que CALIXTO ANTONIO OCHOA CAMPO, deja como ejemplo su impronta de humildad, gentileza, serenidad y actitud ponderada y que para el Festival de la Leyenda Vallenata, fue motivo de alegría por su ardua labor folclórica de más de 60 años.
Que fruto de su trabajo y creatividad quedan para el patrimonio musical colombiano, hermosas páginas de gran sabor vernáculo que en su partida para la eternidad, son recordadas por sus familiares, por sus paisanos, por sus seguidores, por sus amigos, por los medios de comunicación y especialmente por todo el pueblo que conoció a ‘El Negro Cali’, el mismo que cuando llegaban las horas de la tarde regresaba a los sabanales.
Por lo anterior,
RESUELVEN:
Artículo 1º.- Rendirle a CALIXTO OCHOA CAMPO, EL GENIO, ese mismo reconocimiento que siempre se le hizo en vida y más hace tres años cuando el 45 Festival de la Leyenda Vallenata fue en su honor.
Articulo 2º.- Ponerle de presente a su familia, colegas, paisanos, seguidores y amigos que el nombre de CALIXTO ANTONIO OCHOA CAMPO, queda inscrito para siempre a través de su amplia obra musical y su grandeza en las páginas de la historia del Festival de la Leyenda Vallenata, donde sus aportes fueron fundamentales para ser hoy grandes en el concierto nacional e internacional.
Artículo 3º.- Será motivo de orgullo para los miembros de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata inscribir su nombre y su obra como ejemplo para las nuevas generaciones.
Articulo 4.- Recordar al Rey Vallenato CALIXTO ANTONIO OCHOA CAMPO, con las célebres palabras de Consuelo Araujonoguera, ‘La Cacica’, cuando lo definió en toda su capacidad humana y musical. “Calixto Ochoa…es extraordinario, es el representante de la clase vallenata que tiene sabor a tierra, a boñiga, a ganado, a campo, a trabajo, a sudor, a esfuerzo. Yo diría que Calixto Ochoa, es lo más auténtico dentro de la música vallenata”.
Dado en la ciudad de los Santos Reyes de Valledupar, a los 18 días del mes de noviembre de 2015.
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE
RODOLFO MOLINA ARAÚJO
Presidente Ejecutivo< /p>