Por Juan Rincón Vanegas
El sábado 21 de agosto de 1999 en Monterrey, México, sucedió un hecho que fue vital para que hoy la auténtica música vallenata sea un gran referente en esa ciudad.
Todo se inició con la visita de Consuelo Araujonoguera, quien dictó unaconferencia en el foro ‘Cultura sin fronteras’ donde también estuvieron presentes el antropólogo social Lorenzo Encinas, el sociólogo Benito Torres y el investigador Tomás Darío Gutiérrez.
Ese día ella hizo un gran esbozo del significado del folclor vallenato, sus juglares y sus vivencias, y les llamó la atención a los jóvenes para que se interesaran más por el cordeón, la caja, la guacharaca y el canto.
‘La Cacica’ en apartes de esa conferencia dijo que “Yo quiero decirles a los jóvenes de Monterrey, que canten y que le busquen a la música vallenata la expresión de su entimiento, y que no se sientan marginados.
Ustedes no tienen porque estar marginados, el que se margina es uno mismo. Si ustedes se preparan, se educan y se tatúan el alma con frases hermosas y llenan su corazón y su mente de toda la poesía de la música vallenata, a la vuelta de 10 años, se los pronostico, van a ser los presidentes de esta área metropolitana.
Para eso tienen que prepararse como lo hicieron nuestros juglares. Nuestros juglares, eran hombres que no sabía leer ni escribir, cantaban por puro talento, expresaban lo que sentían en el corazón y no sabían lo que era poesía, pero la tenían en el alma y la sacaban.
Hoy, los hijos y nietos de ellos, son los Reyes Vallenatos y son las personas más importantes de mi región porque hoy en día a la música vallenata Colombia le debe ser bien ista en el mundo entero”.
Enseguida dijo muy emocionada que “La música vallenata, yo quiero que los jóvenes de Monterrey lo recuerden, es superación, es conquista, es ascenso social, es subir las scalas del espíritu y colocarse en un estadio más alto que el común de la gente. Díganle no a la droga, díganle no a la marginalidad en que los quieran someter, pero díganlo con música, con poesía.
Díganlo con la exaltación del alma, con la explosión de la belleza del espíritu, con el lenguaje del amor, con el vocabulario de los buenos sentimientos, que es lo que nos permite mirar al mundo desde otro prisma para entenderlo mejor y ser lo mejor para nosotros mismos”. Los aplausos de los presentes al foro no se hicieron esperar.
Para ratificar lo que dijo en palabras, Consuelo Araujonoguera, llamó al escenario a sus compañeros de viaje, el acordeonero, hoy Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, Hugo Carlos Granados; al guacharaquero y cantante, Odacyr ‘El Ñeko’ Montenegro y al cajero JJ Murgas, y de igual manera al cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello, quienes hicieron una muestra del vallenato raizal.
Desde ese momento indica el promotor social y cultural Luis Manuel ‘El Chino’ López Carrera, quien hizo la invitación a Monterrey, comenzaron a darse pasos importantes hasta llegar hoy a tener el Festival Voz de Acordeones; realizar cada año, y durante tres meses, el taller de música vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’ donde aprenden más de 100 niños y jóvenes a cantar y a interpretar el acordeón, la caja y la guacharaca. Además, varios acordeoneros aficionados y profesionales han venido de allá a presentarse en el Festival de la Leyenda Vallenata.
“El respaldo de Consuelo Araujonoguera fue vital para emprender esta iniciativa en Monterrey, y por eso se hace el Festival Voz de Acordeones y el taller de música vallenata que lleva su nombre, porque nunca olvido las palabras que nos dijo: mientras un joven tenga en sus manos un instrumento de la música vallenata, los alejará de las armas y las drogas”; indicó Luis Manuel López.
También anotó que la tarea ha sido de tocar muchas puertas de las principales autoridades y no ha desmayado en su propósito de ver prontamente coronado como Rey Vallenato a un acordeonero de Monterrey.
Precisamente, entre el principal anhelo de ‘La Cacica’, estaba en llevar Reyes Vallenatos a Monterrey, y han ido muchos, y el pasado mes lo hizo Gustavo Osorio Picón, unido al presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo, quienes exaltaron el trabajo y el amor que le ponen al folclor vallenato en esa lejana tierra.
Luis Manuel López Carrera, no se ha cansado de añorarla porque ella hizo posible que se promoviera a gran altura el vallenato auténtico en su querido Monterrey, y además porque se trajo como obsequio una medalla y un calendario con la imagen de la Virgen de Guadalupe, además de un sombrero de charro. “Allá en el cielo, gracias señora Consuelo”, dijo cuando recordó la especial y única visita de ‘La Cacica’.
Precisamente para destacar el empeño de ella y nunca olvidarla cada dos de noviembre se une el vallenato con una tradición mexicana. Ese día de los santos difuntos le hacen un altar y se interpreta música vallenata en vivo. El evento no tiene mejor nombre que ‘Almas felices’. Todo por la canción de Poncho Cotes Maya.